Dos alumnos de los centros teológicos, Ana María Cabello, alumna del Grado de Ciencias Religiosas San Pablo, y Gabriel Aragón, alumno del Grado de Teología en el Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo, han participado en este gran evento jubilar dirigido a comunidades educativas de todo el mundo.
Ana María Cabello, ya desde la ciudad eterna, contaba al término de su viaje: «He ido sola a este Jubileo, pero en ningún momento me he sentido sola porque he tenido la oportunidad de contactar con la presencia del Señor a través de las personas con las que me he ido encontrando. Abrir mi corazón al amor de Cristo me ha ayudado a abrirme al hermano y poder concretar "ese caminar juntos" como don de fraternidad y unidad. Una de las frases del papa León que, precisamente, más me llegó fue cuore con cuore (corazón con corazón), entendida en el sentido de que si no estamos conectados con nuestro corazón, difícilmente podremos sintonizar con el corazón del otro y, por tanto, una educación que no esté iluminada por ese amor de Cristo se quedará en simple conocimiento que no llevará al ser humano a conocerse en plenitud, y al encuentro consigo mismo y con los hermanos. De ahí el lema del jubileo de la educación: "Constelaciones de Esperanza". Luego educar no es solo ayudar a adquirir conocimientos, es educar en el amor. Solo así podremos crear verdaderas comunidades de amor y gustar ya la presencia de su reino en la tierra. De esta forma hacemos posible la oración que Él nos enseñó: "Venga a nosotros tu reino"».
Sobre las expectativas con las que iba a esta peregrinación, Ana María afirmaba: "Los deseos e ilusiones que he traído en mi mochila particular para este momento tan especial son encontrarme con un montón de peregrinos y peregrinas movidos por la misma esperanza en un Dios vivo que nos ama y no para de salir a nuestro encuentro, haciéndose pequeño para tendernos la mano en este mundo de desesperanza, y sin sentido. Es el gozo que quiero vivir y sentir en estos días de mi peregrinación a Roma. Desde que realicé el curso que ofreció este año el CESET San Pablo sobre el Jubileo de la Esperanza, quise tener esta experiencia. Era una de mis mayores ilusiones: poder hacer realidad este caminar juntos. Mi corazón está lleno de muchas emociones: alegría, novedad, sorpresa y, sobre todo, deseo de poder experimentar la fraternidad con otros muchos hermanos y hermanas, haciéndonos "uno" con Jesucristo que nos ama. Es experimentar ese "ya pero todavía no" que nos decía san Pablo".
Gabriel Aragón, quien ha acudido también como profesor de Filosofía en un instituto, ha compartido, antes de su peregrinación, que "cualquier momento era bueno para ir, pero estas me parecían fechas muy especiales. Estaré presente, si Dios quiere, en la Misa del sábado en la que se nombrará a J. H. Newman como doctor de la Iglesia y copatrón de la educación junto a Tomás de Aquino. Me mantendré por Roma hasta el martes, peregrinando hacia las distintas puertas santas, así como disfrutando de la belleza de la ciudad eterna junto a mi pareja. Mi pretensión es, fundamentalmente, espiritual: realizar esta peregrinación teniendo presente a Dios y cultivando la virtud de la esperanza. También me ilusiona poderosamente poder estar cerca de León XIV y profundizar en el sentido y esencia de la profesión docente tomando como referencia el magisterio eclesiástico, a doctores como Newman y, sobre todo, al Maestro. Para mí lo fundamental es poder echar raíces en Dios, y este viaje va de eso en el fondo". Para él, "el CESET es un milagro para Málaga. Estoy muy agradecido de, en la medida de mis posibilidades, ir cursando poco a poco el Grado de Teología en este centro, del que me voy sintiendo parte. Acudí a esta propuesta educativa por una sed que solo crece. Es la misma que me impulsa a peregrinar al Jubileo. Hay que estar dispuesto a dar razón de nuestra esperanza y el CESET ahí es donde interviene".
AÑO SANTO
El Año Santo cuenta, entre sus grandes eventos, con el Jubileo del Mundo Educativo, que tiene lugar del 27 de octubre al 2 de noviembre de 2025. El sábado 1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos, los participantes están convocados en la Plaza de San Pedro de Roma para celebrar juntos la Eucaristía. El deseo es dar gracias al Señor por el compromiso de todos los que tienen en el corazón el futuro de las jóvenes generaciones (familias, educadores, instituciones...) y lanzar un poderoso llamamiento para que la educación sea creadora de fraternidad, de paz, de justicia.
Este Jubileo quiere ser, según recoge la página web oficial del Jubileo de la Esperanza, "el momento culminante de muchos proyectos e iniciativas que, en todas partes del mundo, animan ya los lugares de la educación, empezando por las escuelas y las universidades, católicas y no católicas. En estas vastas comunidades, millones de personas, de culturas diferentes, están comprometidas en la construcción de su propio proyecto de vida: ¡La educación es verdaderamente un acto de Esperanza!"
Durante la semana, los peregrinos pueden cruzar la Puerta Santa y participar en numerosas iniciativas. El jueves 30 y el viernes 31 de octubre, el programa se estructura en torno a los tres lenguajes de la educación, propuestos por el Papa Francisco: el lenguaje de la mente, declinado en momentos estructurados de discurso y pensamiento en torno a los grandes retos de la educación; el lenguaje de las manos, a través de la Aldea de la Educación, un espacio físico en el cual presentar experiencias y nuevos modelos con vistas a una fecundación mutua, y el lenguaje del corazón, una propuesta espiritual y de experiencia interior para que la educación sepa introducirse en la realidad total.
El calendario de este gran evento está, además, enriquecido con otras propuestas, elaboradas en diálogo con la doctrina de la Iglesia sobre la Educación: la Declaración conciliar Gravissimum Educationis (cuyo 60º aniversario coincide con la celebración del Jubileo, y ante el cual el papa León XIV ha publicado una carta apostólica titulada “Diseñar nuevos mapas de esperanza”), las Constituciones apostólicas Ex Corde Ecclesiae (de la que se celebra el 35º aniversario) y Veritatis Gaudium, el reciente Pacto Global sobre Educación y Cultura.
